Salud dental y embarazo

Durante el embarazo el 50% de las gestantes sienten náuseas y vómitos en el primer trimestre. En casos severos (0,3 %) dicho problema puede provocar una importante erosión del esmalte dental. Los cambios en la composición de la saliva durante el final del embarazo y la lactancia pueden predisponer temporalmente a la erosión y a la caries dental. La xerostomía fisiológica (sequedad bucal) es otro problema común causado por los cambios hormonales.

La Gingivitis la sufre entre el 60 y 75% de las embarazadas y aunque con una adecuada higiene evoluciona favorablemente en el 50% de los casos. Aparece entre el tercer y el octavo mes de gestación y suele desaparecer después del parto. Es debida a la acumulación de placa bacteriana sobre los dientes que, junto con los cambios vasculares y hormonales, exageran la repuesta inflamatoria. Puede aparecer en dichas zonas el llamado «tumor o granuloma del embarazo» que es un crecimiento de encía benigno y rápido, y desaparece espontáneamente después del parto. La movilidad dentaria generalizada está asociada a la enfermedad gingival, pero generalmente no se produce pérdida de inserción durante el embarazo salvo casos muy  concretos.

Los estudios más recientes demuestran  que los tratamientos no quirúrgicos en el embarazono están asociados a ninguna complicación. No debe posponerse el tratamiento dental y periodontal en la embarazada que presente dolor, infección o urgencia dental, pues las consecuencias de la demora conllevan mayor riesgo que el propio tratamiento. La terapia antiséptica y el tratamiento con fluoruro son esenciales para el control de la caries y reducir los niveles bacterianos de la boca, y así evitar la transmisión bacteriana al recién nacido mediante la saliva.

El diagnóstico radiológico es una importante ayuda para el tratamiento dental y es considerado seguro en la mujer embarazada, siempre que se proteja debidamente el abdomen y el cuello con delantal y collarín de plomo. El uso de óxido nitroso para la sedación no representa ningún riesgo para la salud de la embarazada y su bebé.

Deben evitarse los blanqueamientos dentales durante el embarazo, ya que los agentes blanqueadores contienen peróxido de hidrógeno que favorece la liberación de mercurio de las restauraciones de amalgama. No tomes medicamentos sin recomendación  de tu médico y dentista. Aunque los fármacos usados durante el tratamiento dental (antibióticos, anestésicos locales, paracetamol) son considerados relativamente seguros durante el embarazo. Consulta con  tu dentista, médico o farmacéutico acerca de los medicamentos que puedes tomar durante el embarazo, y en especial la posibilidad de usar determinados antiinflamatorios.

Si puedes elegir, el segundo trimestre de gestación es el ideal para poder acudir a la consulta del dentista, visitándolo al menos una vez durante el embarazo. Cepilla los dientes y las encías, con pasta fluorada y un cepillo suave, cuidadosamente después de las comidas; y no olvides pasar la seda dental cada día entre los dientes, enjuagándote con un colutorio adecuado. Evita las bebidas y alimentos azucarados, limitándolos a las comidas y nunca entre comidas.

Consulta con un profesional sanitario (médico, dentista, farmacéutico, nutricionista) sobre los alimentos que son beneficiosos para conseguir una buena salud tanto general como bucodental.